Extractos de "El albergue de las mujeres tristes", de Marcela Serrano
Hablan las mujeres:
El problema del amor es que es casi inseparable de la vida misma.
Entonces, cómo resistirse al juego de conocerse, de tocarse el alma,
de añadir el cuerpo como peligroso contrabando, de adivinar al otro,
de adecuarse, de creerle... o mejor seamos sinceras: de creerse uno en
el otro.
Ése es el pavor. Nadie quiere una gota de riesgo ni dolor.
Es el signo de los tiempos. ¡Que nada nos toque! Ese es el nuevo
concepto de salvación en esta modernidad arrolladora.
¿Y qué vamos a hacer ahora?
Por ejemplo, hacerles sentir que no son menos hombres por sentir ese
miedo... una vez que lo reconozcan, por supuesto. Habría que
convencerlos de que dejen aflorar su parte femenina...
Ironizando:
El amor es un paso en falso. No caminar mal. No caminar, mejor,
inmovilicémonos. Cada uno en su propio hielo: así no nos haremos daño.
¿qué es lo peor que pordría pasarte?
Que no te quieran.
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