jueves, julio 21, 2005

Farenheit 451

Es la temperatura a partir de la cual empieza a combustir el papel, en concreto el papel de los libros.
Increible parábola la de Ray Bradbury, debieron pensar sus coetáneos, pero hoy en día, se reafirma la idea de un mundo analfabeto, que no quema libros, sino que los deja sin leer.



Historia del renacimiento de un hombre alienado, del despertar a la vida de un ser rutinario, inconscientemente contento de tener un trabajo degradante y una fría esposa.
Historia de una búsqueda de una sociedad más humana, de unas personas más cercanas, de una mujer a la que amar realmente.

Espléndidos Oskar Werner y sobre todo Julie Christie, en su doble y antagónico papel, dirigidos por la mano siempre delicada de F. Truffaut.

Inquietante banda sonora del hichconiano Bernard Herrmann, que oscila como lo hacen las llamas del fuego purificador. «Era un placer quemar.

Era un placer especial ver cosas devoradas, ver cosas ennegrecidas y cambiadas».
Suerte Mr. Darabont en la nueva adaptación.

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