Yeo-reum Han ya nos maravilló en Samaria, y en esta ocasión su mirada es su ventana al mundo, al minúsculo mundo en el que vive, rodeada por agua salada.

Emotiva y desgarradora, alcanza el climax en las secuencias finales, en el que se desvela el significado de "el arco", como elemento sobre el que gira la personalidad del anciano.
La fuerza y el bello sonido del tenso arco...
Quiero vivir como él hasta que muera.
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