domingo, noviembre 13, 2016

Captain Fantastic


La autoridad y hasta el poder que concede la paternidad, hace creer que se puede imponer una forma de vida diferente a la que impera en la sociedad urbana.
Los hijos acogen esas ideas de forma natural en la infancia, aunque choquen con las absorbidas fuera del hogar.
El personal de Viggo Mortensen capitanea una vida alineada con la naturaleza, donde impera el conocimiento a través de los libros, de la conversación, de la disciplina moral y física.
La verdad pretende imperar, pero es el propio padre quien la oculta para defender su ideal.
Ideales como los que tienen los autoritarios progenitores de películas como The witch, The Village, The Mosquito Coast, el documental The Wolfpack y, especialmente Das Weisse BandCanino.
La vida basada en lo natural, tan alejada de la real, termina por crear conflictos éticos, cuando la adolescencia florece en las amaestradas criaturas.
Todos los padres queremos educar a nuestros hijos de la mejor manera, sea antisistema, basándonos en a ética o aceptando las normas capitalistas.
Hacerlo de una manera u otra es una opción, que, en el caso de las películas mencionadas, es factible sólo en los primeros años.
Esa manera libertaria de educar se vuelve retorcida a ojos extraños y a los de los propios hijos, cuando respiran otros entornos y contactan con otros seres "normales" bajo el prisma de la sociedad.

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