
Isabel Coixet nos adentra nuevamente en su mundo de emociones escondidas, de sentimientos soterrados, en el que las personas se unen por un dolor compartido.
Para ello cuenta con su actriz fetiche Sarah Polley, quien carga sobre su pálido rostro el dolor de todo un pueblo, azuzado por el exterminio de la guerra.
Su partenaire Tim Robbins citatriza sus heridas acuciando el dolor de su enfermera, que a su vez intenta evitar la necesidad de amar, de volver a sufrir, de ahogarse en la tristeza y de llevarse a alguien más con ella.
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