domingo, agosto 19, 2007

Sunshine


A medio camino entre 2001 y Alien, Danny Boyle nos sumerge en un fascinante viaje al corazón de un sol en extinción.

Un camino lleno de obstáculos, en el que la raza humana se juega su continuidad como especie en la Tierra, debido más a su capacidad autodestructiva que a la rebeldía de la madre naturaleza.

Boyle nos quiere proponer una historia trepidante con elementos metafísicos, de una manera muy ambiciosa pero que no logra alcanzar. Como sucedió en 28 días despues, un esperanzador guión se va diluyendo a lo largo del metraje.

La película se ve superada por Una odisea espacial en la capacidad de comunicar la épica del ser humano y su búsqueda del Dios Conocimiento , y por supuesto por Alien en la recreación de ambientes claustrofóbicos y tensión al límite.

Sin embargo se trata de una gran aportación al género de la ciencia ficción, con elementos metafóricos que se convertirán en objeto de culto, de entre los que destaca el propio Sol, como principio y fin, creador y destructor, objeto de adoración y aberración (el "talibán" en boca del propio Boyle).

No busquemos demasiadas explicaciones científicas en el film, porque la expedición solar no es mas que un pretexto para narrar una aventura para salvar la humanidad, cuyo principal enemigo es el propio ser humano.

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