Robert Redford enfrenta a Tom Cruise y a Meryl Streep en un tour de force político-militar en el que el primero está especialmente acertado.
Un reflejo de la actualidad en el espejo de la historia cíclica, de la que la humanidad se resiste a aprender, y en la que el imperio vigente quiere determinar el bien y el mal.
Un cruce de tres historias que nos ofrece una visión muy cercana a la realidad, desde la más alta cúpula de decisión, pasando por aquellos sobre los que parece no tenemos nada que ver, y terminando por los que ejecutan las acciones de los altos mandos, convencidos o no de ejecutar justicia.
Redford retoma el camino del periodismo político tras All the President's Men, aunque esta vez en la doble vertiente actor-director, trasladando a los personajes trascendentes decisiones, pero dejando muy claro su opinión al respecto.
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