domingo, enero 04, 2009

Vicky Cristina Barcelona

No creo que la obsesión de Woody Allen de crear un largometraje cada año esté derivada de conversaciones con psicoanalista o venga determinado por un afán de protagonismo en su etapa post-jubileo.
Simplemenete creo que le pueden las ansias de transmitir las ideas que se le ocurren; ideas ya representadas en guiones anteriores, pero en otros tiempos, en otros lugares, con otros personajes.

El genio de Woody imagina nuevas secuencias, nuevas parodias de la vida, nuevos giros dramáticos en los que el amor, el desamor, la ruptura sentimental juegan los roles principales.

Más allá de mostrar una Barcelona snob y un Oviedo desenfocado (no las ha mostrado igualmente Londres, Parías o Venecia?), el resultado es una nueva muestra de genialidad para contar pequeñas grandes historias, unirlas y desenredarlas a los pies de personajes dispares, rubios, morenos, seguros, desequilibrados, decididos, asustadizos.

La dichosa cancioncilla dela autora italiana es un horror, pero la fotografía es exquisita y las 3 mujeres son la perfecta compañía para una cena con velas, ya sea en un parador de Oviedo, en el barrio gótico de Barcelona o donde sea.

Querido Woody, sigue con tus historias, muestranoslas todas, sea con impurezas formales o con sorpresas deliciosas, que cuando no lo hagas, te echaremos muchísimo de menos.

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