martes, febrero 12, 2008

Cassandra's Dream

Woody Allen vuelve al thriller tragicómico tras las gran Match Point, alejándose de las comedietas de medio pelo de los últimos años.

Tanto se aleja que para la banda sonora no utiliza sus melodías de clarinete que tanto ama, si no la inconfundible atmósfera de Philip Glass.

Dos hermanos, dos caracteres, dos padres, un sueño, un barco, un destino.

Ewan McGregor y Colin Farrell interpretan a dos caracteres que van alejándose de su camino original, desviándose hasta el extremo, enloqueciendo de arrepentimiento y lujuria.

La tragedia griega de Eurípides "Medea" aparece en una conversación en las postrimerías del film, y despeja las dudas sobre las intenciones de Allen sobre la moralina del film.
Un padre trabajador, humilde y honrado frente a una madre ensoñadora, ambiciosa y crítica con su marido. Unos hijos sometidos a la eterna disputa entre los padres, empujados al vacío por la vanidad y alejados de una felicidad más cercana y real de lo que creen.


El sueño de Casandra es el origen y final de la historia, lo que provoca momentos de felicidad real, normal, quizás anodina, pero que deriva en traición, miedos y muerte.

Sueños y pesadillas se mezclan en un viaje a las profundidades de la perversión.

Delicioso el descubrimiento de Hayley Atwell, hasta ahora sólo conocida en ámbitos teatrales, pero que seguramente será una de las caras populares del cine británico de aquí en adelante.

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